Traducido con AI

Eneagrama Tipo Seis (el Lealista)
con
Eneagrama Tipo Nueve (el Pacificador)


Lo que cada tipo aporta a la relación

Esta es una de las relaciones más estables y comunes. Aunque ambos tipos son muy diferentes, desean cosas bastante similares: seguridad y previsibilidad (los Seis) y estabilidad y autonomía (los Nueve). Ambos desean que sus vidas se construyan sobre valores sólidos y confiables y que el trabajo honesto y bueno sea recompensado. Ambos tipos tienden a personificar los valores “moderados” de su época y cultura, a ser diligentes, respetuosos de la autoridad y a acatar el estado de derecho. Por otro lado, existe una veta rebelde en los Seis y una tendencia contracultural en los Nueve que permite que algunas de estas parejas vivan al margen de la sociedad, sean inusuales en su estilo de vida y creencias, sean librepensadores y despreocupados por los valores y costumbres convencionales.

Más que para la mayoría de las parejas, para los Seis y los Nueve mucho depende de sus sistemas de creencias y la calidad de sus experiencias infantiles, y buscan una pareja que refleje esto, incluyendo sus propias creencias y reacciones. A esta combinación, también se añaden diferencias complementarias: los Seis aportan una mente más activa, cuestionadora y alerta a las excepciones, a los problemas y a los asuntos de seguridad. Pueden ser más escépticos con los demás y les resulta más difícil confiar: los otros necesitan probarse a sí mismos primero. Los Nueve, por otro lado, suelen ser confiados y no cuestionadores, alegres y fáciles de llevar. Son optimistas y constantes, ofreciendo apoyo y aceptación no amenazante. Si los Seis tienden a ver la excepción y a centrarse en las complicaciones, los Nueve tienden a ver lo general y a centrarse en lo que funcionará sin problemas. Esta pareja se lleva bien, facilitándose mutuamente el camino y añadiendo justo el combustible necesario para mantenerlos avanzando juntos. El cambio, cuando llega, es lento y metódico. Ambos tienden a verse a sí mismos como personas sencillas y normales y no se sienten especiales o exentos de ninguna manera. Ambos refuerzan la confianza del otro a través de su solidaridad mutua. Son generosos entre sí y no agobian al otro ni hacen demandas especiales. Cuando encuentran una relación como esta, generalmente sienten que han encontrado lo que su corazón ha estado buscando y que su sueño se ha hecho realidad.


Potenciales puntos problemáticos o conflictos

Dado que a los Seis y a los Nueve les resulta muy difícil expresar lo que realmente tienen en mente (y lo que realmente quieren para sí mismos), existe una gran tendencia en esta relación a cerrarse, a ser silenciosamente tercos y defensivos, y a hacer que la otra persona adivine lo que está sucediendo. Si hay poco motivo para hacerlo, las dos partes caerán en un punto muerto que mantiene al otro a distancia, pero lo suficientemente cerca como para que no se aleje. También pueden comenzar a tener problemas de salud u otras quejas inespecíficas sobre sí mismos que buscan unir a la pareja en lazos de preocupación y culpa. Los problemas psicológicos o físicos ayudan a asegurar que la otra persona continuará estando allí.

Además, si bien estos dos tipos cumplen muy bien los roles sociales, ambos tienden a desaparecer en sus roles de manera demasiado completa para su propio bien. Los Seis frecuentemente están agobiados por sentimientos de culpa y hacen obstinadamente lo que creen que deben hacer para mantener su trabajo o su seguridad en su lugar. Intentan asegurarse de haber cubierto todas las bases para que nadie se enoje con ellos por fallar en su responsabilidad. Los Nueve también cumplen roles, pero estos generalmente tienen que ver con mediar entre las personas para mantenerlas unidas de alguna manera. Se acomodan y siguen lo que otros necesitan incluso cuando su propio estrés aumenta.

Otro problema potencial es que ambos tipos aman lo familiar y desconfían del cambio. La sensación es que la familiaridad equivale a seguridad, lo cual se refuerza con la convicción de que no deben agitar las aguas. Ambos tipos tenderán a posponer las confrontaciones hasta que sean llevados al límite, aunque los Seis tienen una mecha más corta en cuanto a su ira. O bien se darán por vencidos con el Nueve, o habrá una explosión en la que se dirá una acumulación de hostilidades reprimidas, a menudo con daño permanente para la relación.

For further understanding about this type combination, read more about the Stress Arrow and how types Six and Nine behave when they are moving along it.