Eneagrama Tipo Uno (el Reformador)
con
Eneagrama Tipo Nueve (el Pacificador)
Lo que cada tipo aporta a la relación
Estos tipos se comprenden mutuamente desde el interior, por así decirlo, y para bien o para mal, pueden ver muchos de sus propios rasgos en el otro. En el aspecto positivo, cada tipo aporta cierto idealismo y deseo de cambiar el mundo para mejorarlo. Los Nueves aportan una orientación más interpersonal que los Unos a su idealismo, pero ambos pueden ser abnegados y trabajadores, y estar dispuestos a dejar de lado sus necesidades e intereses personales por el bienestar de los demás. Ambos son capaces también de posponer las recompensas en aras de un bien a largo plazo que persiguen. Los Unos aportan claridad y racionalidad, así como la capacidad de articular ideales y entendimientos. Se esfuerzan por mejorarse a sí mismos y a su entorno, son concienzudos, tienen altos estándares éticos y morales, y son justos y coherentes. Los Nueves aportan una cualidad apacible y aceptadora que nutre y apoya a los demás sin tanta demanda explícita de automejora. Los Nueves son estables, fáciles de llevar, se sienten sin críticas ni exigencias, y prefieren la armonía y las relaciones fluidas por encima del placer de tener razón o de tener la última palabra en una situación.
En resumen, los Nueves tienden a suavizar un poco el filo áspero de la crítica y la seriedad de los Unos, mientras que los Unos aportan claridad y dirección a los Nueves. Además, los Unos sienten que tienen una misión en la vida, y son capaces de inspirar a los Nueves para que tomen conciencia de su propio propósito y deseen seguirlo. Esta puede ser una pareja sumamente altruista que equilibra el idealismo con la humanidad. Como pareja, son una compañía amable, hospitalaria y generosa, pero también necesitan tiempo para estar a solas como pareja. Tienen un amor mutuo por la naturaleza y los animales que puede acercarlos, así como su amor por sus hijos y familia. Los Nueves calman a los Unos, mientras que los Unos recuerdan a los Nueves que deben esforzarse por la excelencia.
Potenciales puntos problemáticos o conflictos
El principal problema para los Unos y los Nueves tiene que ver con las formas opuestas en que afrontan los conflictos y el aumento del estrés. Los Unos tienden a frustrarse más abiertamente consigo mismos y con los demás, y con la sensación de que las cosas no van como deberían. Empiezan a exudar una ira punzante, irritabilidad e insatisfacción con todo y con todos. Se obsesionan con encontrar quién tiene la culpa y con legislar cómo se podrían mejorar las cosas. Por el contrario, cuando los conflictos y el estrés aumentan, los Nueves empiezan a cerrarse y a retirarse. Se vuelven menos eficaces a la hora de corregir problemas y menos capaces de hablar de sus sentimientos o incomodidad. Cuanto peor se ponen las cosas, más intentan los Nueves ignorarlas mientras mantienen que no pasa nada. Así, los juicios sobre el criterio, la competencia y la voluntad del Nueve de asumir responsabilidades empañan el trato del Uno con los Nueves, mientras que la resistencia y la negación de los problemas (con un trasfondo de ira apenas reprimida) infectan al Nueve.
A los Nueves les resulta difícil dar un paso al frente y asumir el nivel de responsabilidad que los Unos están buscando. Cuanto más empujan los Unos a los Nueves para que respondan de la manera que quieren, menos dispuestos y capaces están los Nueves de hacerlo, y se refugian en un comportamiento pasivo-agresivo más generalizado. Para los Unos, esto se siente como una resistencia deliberada y una negligencia culpable. La tranquila indiferencia del Nueve solo enfurece aún más al Uno. En resumen, a los Unos les resulta difícil respetar a los Nueves, al igual que a los Nueves les resulta difícil sentirse cómodos con los Unos (y poder expresarse ante ellos). Los Unos acaban volviéndose más moralistas e intolerantes, mientras que los Nueves se vuelven más incomunicativos y obstinadamente indiferentes. A los demás les resulta muy difícil estar cerca de esta pareja debido a los evidentes y dolorosos dardos que el Uno lanza al Nueve, y debido al aura de ira apenas reprimida que emana del Nueve. Esta pareja queda congelada en su ira, sin forma de deshacer el punto muerto.
Para comprender mejor esta combinación de tipos, lea más sobre la Flecha del Estrés y cómo se comportan los tipos Uno y Nueve cuando se mueven a lo largo de ella.