Traducido con AI

Eneagrama Tipo Ocho (el Desafiante)
con
Eneagrama Tipo Nueve (el Pacificador)


Lo que cada tipo aporta a la relación

Los Ochos del Eneagrama aportan cualidades de liderazgo —una mentalidad de “podemos hacerlo” que generalmente otros admiran y en la que confían. Están llenos de confianza en sí mismos y vitalidad, y se sienten como una fuerza de la naturaleza que no puede ser negada. Los Nueves generalmente admiran estas cualidades en los Ochos y a menudo gravitan hacia ellos. Los Nueves tienden a vivir vicariamente a través de las cualidades positivas del otro, y a los Ochos les gusta tener a su alrededor personas que estén impresionadas y estimuladas por su liderazgo, vitalidad y osadía. Los Nueves admiran genuinamente la capacidad de los Ochos para hacer que las cosas sucedan y para enfrentar los desafíos sin temor.

Por otro lado, los Nueves aportan una sensación de calma y estabilidad que los Ochos encuentran reconfortante y necesaria para su bienestar. También transmiten a los Ochos un sentimiento de orgullo silencioso por su bravuconería y cualidades más asertivas, alentando a los Ochos a continuar con su estilo de tomar el control. Incluso los Ochos saludables pasan mucho tiempo superando obstáculos y adversidades; son luchadores que intentan sobrevivir y dejar su huella en el mundo. Los Nueves son como un puerto seguro, un respiro, una persona con quien los Ochos pueden bajar la guardia y relajarse. Tienden, por lo tanto, a enseñarse mutuamente lo que al otro le falta: los Ochos aportan a los Nueves confianza en sí mismos y autoafirmación, mientras que los Nueves enseñan a los Ochos qué batallas vale la pena librar y cómo no presionar tanto. La pareja Ocho/Nueve es, por tanto, como el fuego y el agua —una fuerza activa y una fuerza receptiva— que tiene una sensación arquetípica. Sus roles están bien definidos, cada uno desempeñando un papel paternal hacia el otro —uno suele ser el padre mientras que el otro es la madre— aunque esto no sigue las líneas de género como podría esperarse. Ambos tienen impulsos poderosos y una fuerte voluntad; a ambos les gusta el confort y la simplicidad; ambos quieren crear un refugio seguro del mundo. Cuando estas fuerzas y sus talentos se unen tras los mismos objetivos, esta pareja puede ser dinámica y poderosa, pero también cómoda y receptiva al mismo tiempo.


Potenciales puntos problemáticos o conflictos

Una de las principales áreas problemáticas para las personas de esta combinación es que, a medida que se deterioran, sus defensas van en direcciones opuestas: los Ochos tienden a presionar más, mientras que los Nueves tienden a cerrarse cada vez más. Los Nueves pueden volverse poco receptivos o, peor aún, empujar energéticamente al Ocho como defensa. Los Ochos se vuelven más agresivos y beligerantes, exigiendo que su energía sea correspondida. Los Nueves responden no respondiendo: se declaran en huelga emocional y pueden comenzar a reaccionar de manera pasivo-agresiva, saboteando las actividades del Ocho de diversas formas. Esto hace que los Ochos escalen en reprender y amenazar al Nueve, o bien fomenta que los Ochos reaccionen de manera pasivo-agresiva.

Eventualmente, los Ochos tienden a perder interés en los Nueves, sintiendo que son demasiado obstruccionistas para ellos y sus planes. Cada vez que los Ochos quieren hacer algo emocionante, los Nueves responden con “¿Para qué molestarse?” o su equivalente. Los Ochos no solo pueden sentirse frustrados en su visión, sino también sentir que una de sus fortalezas fundamentales está siendo socavada o rechazada. Por otro lado, los Nueves pueden comenzar a ver a los Ochos de menor funcionamiento como demasiado autoritarios y controladores, egoístas y deseosos de que todo sea a su manera. (Los Nueves piensan que quieren a alguien que esté a cargo y dirija las cosas, pero cuando los Ochos comienzan a dirigirlos, se rebelan y se vuelven tercos.) Los Ochos piensan que los Nueves son pizarras en blanco que podrían moldearse según sus necesidades, y se sorprenden por la profundidad y el poder de la terquedad de los Nueves.

La relación a menudo se hunde en la ira, ya sea expresada abierta o encubiertamente. Los Nueves a menudo sienten que los Ochos son demasiado abiertamente agresivos y duros con los demás para mantener su dominio. Pueden comenzar a tomar partido para proteger a sus hijos u otras personas vulnerables de lo que perciben como la dureza y la violencia potencial de los Ochos. En el peor de los casos, esta combinación arquetípica y elemental puede deteriorarse hasta convertirse en un campo de batalla doméstico con frecuente abuso verbal y físico.

Para una mayor comprensión sobre esta combinación de tipos, lea más acerca de la Flecha de Estrés y cómo los tipos Ocho y Nueve se comportan cuando se mueven a lo largo de ella.