Identificación errónea de Cuatros y Seises
Si bien existen similitudes reales entre los dos tipos, las diferencias son aún más numerosas. La diferencia principal radica en que los Seises suelen ser extremadamente atractivos y se relacionan bien con las personas; poseen la capacidad de involucrar inconscientemente las emociones de los demás para que estos los aprecien y establezcan relaciones seguras con ellos. Los Cuatros, en contraste, no se relacionan primordialmente con las personas, sino con sus propios estados emocionales internos. Los Cuatros dan por sentado que están solos en la vida y encuentran dificultad para formar vínculos con otros, algo que resulta fácil para los Seises. Las estructuras psíquicas de los dos tipos también son muy diferentes: los Cuatros son verdaderos introvertidos, mientras que los Seises son una combinación de introversión y extroversión, auténticos ambivertidos que poseen cualidades de ambas orientaciones.
La confusión entre estos tipos surge principalmente por parte de los Seises que piensan que son Cuatros por dos razones principales. En primer lugar, algunos Seises se identifican con el lado negativo del Cuatro (depresión, inferioridad, autoduda y desesperanza, por ejemplo) y creen que deben ser Cuatros porque reconocen rasgos similares en sí mismos. La diferencia radica en las motivaciones de estos rasgos. Por ejemplo, aunque todos los tipos pueden deprimirse, los Cuatros lo hacen porque están decepcionados consigo mismos por haber perdido alguna oportunidad de autorrealizarse. Se deprimen cuando se dan cuenta de que en su búsqueda del yo han llegado a un callejón sin salida y ahora deben pagar el precio. Los Cuatros deprimidos y poco saludables están esencialmente enojados consigo mismos por haberse provocado esto o por permitir que sucediera.
En contraste, los Seises se deprimen cuando temen haber hecho algo que haya enojado a su figura de autoridad. Su depresión es una respuesta a su autodesprecio; proviene del temor de que la autoridad esté enojada con ellos y los castigue. Por lo tanto, la depresión de los Seises es exógena (proveniente del exterior) y puede aliviarse con una palabra de tranquilidad de la autoridad. Este no es el caso de los Cuatros, cuya depresión es endógena (proveniente del interior), una respuesta a sus autoacusaciones.
En segundo lugar, hemos caracterizado al Cuatro como El Individualista, y algunos Seises que son artísticos piensan que, por lo tanto, deben ser Cuatros. Sin embargo, como se mencionó anteriormente en la discusión sobre Cuatros y Nueves, el talento artístico no es dominio exclusivo de los Cuatros, por lo que es totalmente posible que los Seises sean artistas de un tipo u otro. Aun así, existen diferencias importantes en el trabajo creativo producido por estos dos tipos.
En general, los Seises tienden a ser artistas intérpretes, mientras que los Cuatros tienden a ser creadores originales. Es más probable que los Seises sean actores o músicos que poetas y dramaturgos, más propensos a interpretar las palabras o la música de otra persona que a crearlas ellos mismos. Incluso aquellos Seises que son creativos tienden a ser tradicionalistas, creando dentro de reglas y estilos firmemente establecidos, o van al extremo y se vuelven rebeldes, reaccionando contra el tradicionalismo, como las estrellas de rock y los novelistas experimentales que desafían intencionalmente las formas tradicionales. En cualquier caso, tanto la tradición como las reacciones contra ella son un aspecto importante de su arte. Los temas que se encuentran típicamente en el arte de los Seises tienen que ver con la pertenencia, la seguridad, la familia, la política, el país y los valores comunes.
Los Cuatros creativos, por el contrario, son individualistas que siguen su propio camino para explorar sus sentimientos y otros estados personales subjetivos. Los productos artísticos de los Cuatros están mucho menos involucrados ya sea con seguir una tradición o con reaccionar contra ella. Los Cuatros son menos propensos a utilizar experiencias políticas o comunales como tema para su trabajo, eligiendo en cambio los movimientos de sus propias almas, sus revelaciones personales, la oscuridad y la luz que descubren en sí mismos al sumergirse en el proceso creativo. Al escuchar sus voces interiores, incluso los Cuatros promedio pueden hablar a la persona universal o no lograr comunicarse con nadie, al menos con sus contemporáneos. Pueden estar adelantados a su tiempo no porque estén tratando de ser rebeldes o vanguardistas, sino porque desarrollan sus propias formas para expresar su punto de vista personal. Lo que es importante para los Cuatros no es la tradición, sino la verdad personal. La tradición no es más que un telón de fondo contra el cual los Cuatros representan sus propios dramas personales. Compare y contraste las personalidades de Rudolf Nureyev y Piotr Ilich Tchaikovsky (Cuatros) con las de Mikhail Baryshnikov y Johannes Brahms (Seises) para obtener más similitudes y diferencias.