Eneagrama Tipo Dos (el Ayudador)
con
Eneagrama Tipo Cuatro (el Individualista)
Lo que cada tipo aporta a la relación
Esta puede ser una pareja muy cálida, incluso apasionada, cuando ambas partes continúan compartiendo abiertamente sus sentimientos. Ambos buscan calidez y conexión, y ambos están dispuestos a proporcionarla cuando están saludables. Por lo tanto, una vez que han superado los obstáculos iniciales de la intimidad, los Eneatipos Dos y Cuatro pueden ser un lugar seguro para que cada uno comparta sus esperanzas, temores e inseguridades. Pueden ser una buena medicina el uno para el otro: los Dos aportan sociabilidad y energía, dando a los Cuatro la confianza para interactuar más fácilmente con los demás. Los Dos son cálidos, extrovertidos, considerados y atentos, generosos y alentadores. Los Dos también son prácticos y orientados a la acción, dispuestos a colaborar donde sea necesario y a hacer las cosas que deben hacerse, sin importar cuán desagradables o poco glamurosas sean.
A esta mezcla, los Cuatro aportan creatividad, sentido del humor, disposición para reírse de las debilidades humanas y honestidad emocional. Ven su propia locura y su propia falsedad y no intentan disimular la verdad de sus peculiaridades ni a sí mismos ni al Dos. Los Cuatro también aportan un sentido de la belleza y de la sutileza a la relación: se preocupan por cómo las cosas impactan en ellos mismos y en los demás, por lo que se esfuerzan en organizar su mundo para que sea más estéticamente agradable, permitiendo que el Dos se sienta más relajado y nutrido. Los Cuatro también aportan profundidad emocional y sensibilidad a sus relaciones, un sentido de misterio e imprevisibilidad, sensualidad y libertad sexual. En resumen, los Cuatro invitan a los Dos a examinar más de cerca sus necesidades más profundas, la verdad de quiénes son y lo que realmente sienten. Los Dos aprecian las sutilezas y matices que aportan los Cuatro, y los Cuatro prosperan en esta atmósfera de apreciación. Pueden aligerarse mutuamente con un humor inesperado y la apreciación de las peculiaridades del otro. Cada uno invita al otro a madurar emocionalmente, generalmente sin decirlo. Ambos ayudan al otro a dejar de preocuparse tanto por lo que los demás piensan de ellos y a volverse más orientados hacia su interior.
Potenciales puntos problemáticos o conflictos
Usualmente, los Dos y los Cuatro establecen mejores relaciones como amigos y colegas que como íntimos. Sorprendentemente, esta combinación es poco frecuente en relaciones íntimas. Uno pensaría que serían una combinación natural entre sí: el rescatador (Dos) y el rescatado (Cuatro), el niño perdido y la figura parental. El problema es que puede haber demasiada emocionalidad y demandas no expresadas en esta pareja para su propio bien. Los Dos y los Cuatro tienden a tener muchos problemas emocionales en común, lo que les permite entenderse fácilmente mientras también sienta las bases para posibles problemas y conflictos. Ambos necesitan cercanía e intimidad y tienden a aferrarse a cualquiera que les responda suficientemente. A largo plazo, existe la tendencia a competir por la atención o a que una persona se sienta más apreciada y querida que la otra.
Además, los Dos tienden a encontrar a los Cuatro demasiado cambiantes y temperamentales, guiados excesivamente por sus sentimientos e impulsos inconscientes. También ven a los Cuatro como hipersensibles y egocéntricos, y no lo suficientemente interesados en los demás o en su bienestar. Los Cuatro tienden a encontrar a los Dos demasiado empalagosos y artificialmente optimistas, aduladores e insinceros para acercarse a las personas y sentirse necesitados. Los Cuatro ven a los Dos como secretamente necesitados emocionalmente, desesperados por que otros los aprecien y los busquen. Pueden ver la disposición de ayuda del Dos como poco más que un intento de sobornar a las personas por amor, lo cual los Cuatro desprecian. Los Cuatro pueden comenzar a sentir envidia secreta de las habilidades sociales de los Dos y del tipo de reacciones positivas que los Dos generalmente obtienen de las personas. Los Cuatro pueden empezar a sentirse socialmente ineptos y eclipsados por el encanto y la popularidad de los Dos. La vergüenza secreta y el sentimiento de falta de valor por parte de ambos pueden comenzar a socavar la relación. Puede fracasar debido a los sentimientos de abandono de los Cuatro si el Dos se involucra con otros. También puede fracasar debido a que los Dos se sienten cada vez menos apreciados por el Cuatro. Ambos comienzan a ver al otro como demasiado necesitado emocionalmente y, en última instancia, como más demandante de lo que cada uno desea esforzarse.
Para una mayor comprensión sobre esta combinación de tipos, lea más acerca de la Flecha de Estrés y cómo los tipos Dos y Cuatro se comportan cuando se mueven a lo largo de ella.