Confundiendo los Cuatros y los Ochos
A primera vista, parecería sumamente improbable que los Cuatros y los Ochos fueran confundidos entre sí, pero ocasionalmente ocurre. Con mayor frecuencia, los Ochos se confunden a sí mismos con Cuatros porque se perciben como apasionados y con sentimientos intensos, lo cual suele ser cierto. De manera similar, los Ochos pueden recordar heridas de la infancia e identificarse con el sentido de alienación o soledad de los Cuatros. No obstante, los Ochos lidian con estos sentimientos de maneras radicalmente diferentes a los Cuatros. Los Ochos aprenden a endurecerse y a superarlo
para poder hacer lo que necesitan hacer con el fin de mantener su independencia y autoridad personal. A los Cuatros les resulta difícil desprenderse de sus heridas de la infancia y no desean superarlo.
Los Cuatros no necesariamente quieren depender de nadie, pero están dispuestos a confiar en otros si eso les proporciona el tiempo y los recursos para procesar sus sentimientos o desarrollar su creatividad.
Los Ochos sí se sienten vulnerables en su interior, pero en la medida de lo posible, se blindan contra cualquier sentimiento de inseguridad y debilidad en sí mismos. Los Ochos tienden a ver tales sentimientos como lujos autoindulgentes para personas sin responsabilidades serias. Los Cuatros muestran su vulnerabilidad, pero pueden ser mucho más duros y controladores de lo que generalmente se dan cuenta. De hecho, los Cuatros son bastante resilientes y pueden soportar dificultades emocionales y pérdidas que causarían el colapso de la mayoría de los otros tipos. De una manera peculiar, los Ochos son como Cuatros invertidos. Compárese a los Cuatros como Roy Orbison y Johnny Depp con los Ochos como Frank Sinatra y Sean Penn.